Hernia umbilical
¿Qué es la hernia umbilical?
Una hernia umbilical se produce cuando la abertura en los músculos abdominales por los que pasó el cordón umbilical antes de nacer no se cierra del todo.
Las hernias umbilicales son comunes y normalmente inofensivas. Son más frecuentes en lactantes, pero también pueden afectar a los adultos.
Las hernias umbilicales de los niños a menudo se cierran solas en los primeros dos años de vida, aunque algunas permanecen abiertas hasta el quinto año o más. Las que aparecen durante la edad adulta tienen más probabilidades de necesitar cirugía reparadora.
Síntomas
Una hernia umbilical ocasiona una protuberancia en el ombligo. En los bebés se hace más visible cuando lloran, tosen o hacen fuerza.
En los niños no suelen producir dolor, aunque a veces incomodidad. Las que aparecen en la edad adulta pueden causar molestias abdominales.
¿Cuándo debes consultar con un médico?
Si sospechas que tu bebé tiene una hernia umbilical, habla con el pediatra.
Busca atención de emergencia si tu bebé tiene una hernia umbilical y además parece tener dolor, comienza a vomitar y/o tiene sensibilidad, inflamación o un cambio de color en la zona de la hernia.
El diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden ayudar a prevenir complicaciones.
Tratamiento
La mayoría de las hernias umbilicales en los bebés se cierran por sí solas a la edad de 1 o 2 años.
Aunque algunas personas afirman que la hernia se puede corregir pegando una moneda sobre el bulto, esta “solución” no ayuda y los gérmenes pueden acumularse debajo de la cinta y provocar una infección.
En los niños, la cirugía suele realizarse para las hernias umbilicales que:
- son dolorosas
- miden más de 1-2 cm de diámetro
- no disminuyen de tamaño en los primeros dos años de vida;
- no desaparecen a los 4 años
- quedan atrapadas o bloquean el intestino.
Durante la cirugía, se realiza una pequeña incisión en la base del ombligo. Se vuelve a ubicar el tejido herniado en la cavidad abdominal y se sutura la incisión de la pared abdominal. En los adultos, los cirujanos a menudo utilizan una malla para ayudar a fortalecer la pared abdominal.